Tenerife Wine
Clima
El singular clima de la isla de Tenerife está determinado por la alternancia de anticiclones cálidos subtropicales, que dan lugar a un tiempo estable. El relieve insular actúa impulsando hacia arriba los flujos de aire que chocan en sus laderas, con lo que se produce el ascenso de aire y su enfriamiento dando lugar al fenómeno conocido como “mar de nubes”.
La suavidad de temperaturas es la nota dominante del régimen térmico insular, aunque la altitud es la responsable del descenso de temperaturas conforme se asciende.
Las mayores lluvias se originan en la vertiente norte, entre los 600 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar, donde, además, se produce el efecto de la precipitación de niebla conocida como “lluvia horizontal” debido a la presencia del mar de nubes. Los meses con mayor volumen de lluvias van desde noviembre a febrero y en zonas de cumbre las precipitaciones son en forma de nieve en los meses otoñales e invernales.
Estas variaciones entre las vertientes insulares, según su posición frente a los vientos alisios, el desnivel, que va desde la orilla del mar hasta los más de tres mil metros de altitud, originan una combinación de climas locales, vientos, precipitación, suelos y orientación que condicionan los distintos paisajes de la viña en la isla.